jueves, 4 de diciembre de 2008

lugares mas visitados de venezuela




VENEZUELA, país tropical de inconfundible belleza y sorprendentes contrastes. Localizado en América del Sur. Colinda al norte con el Mar Caribe, al sur con Brasil, al este con Guyana y al oeste con Colombia. Por encontrarse ubicado a nivel del Ecuador goza de temperaturas templadas que oscilan entre 19 oC y 23 oC durante todo el año,. razón por la cual puede ser visitado en cualquier época.
Tiene una superficie de 912.050 Km. dividida en 22 estados y un Distrito Capital. Una población de 21.051.000 habitantes. La ciudad capital es Caracas y el idioma oficial es el Español. La mayor fuente de ingreso proviene de la Industria del Petróleo, el hierro, minerales, frutas, azúcar y café.
Se pueden encontrar lugares turísticos a todo lo largo del territorio nacional. Hay algunos de importancia como el Río Orinoco, el cual es el tercer río mas largo de Sur América y el más importante de Venezuela. El Lago de Maracaibo, el más grande de Sur América. El Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo. El Macizo Guayanés con sus misteriosos Tepuyes, las formaciones rocosas más antiguas del mundo.

Caracas.
Es la capital de Venezuela. Está situada en un valle al centro norte del país. Rodeada por el Cerro del Ávila, montaña de sorprendente belleza y especial sentir entre los habitantes, mejor conocida como “el pulmón de la ciudad”.
Entre los lugares de interés se encuentran la Universidad Central de Venezuela, declarada en el año 2000 Patrimonio Histórico Cultural de la Humanidad, por su majestuosa arquitectura. Plaza Bolívar, donde se puede encontrar una Catedral que data del siglo XVII. Casa Natal del Libertador, lugar donde nació Simón Bolívar. Panteón Nacional, lugar donde han sido enterrados ilustres venezolanos. Palacio de Miraflores, desde donde se toman las decisiones políticas del país. Parque Central, son las torres más altas de la ciudad. El Jardín Botánico, donde se aprecian una gran variedad de la flora venezolana. Bellas Artes complejo cultural donde se encuentra el famoso Teatro Teresa Carreño. Las Mercedes, El Rosal y La Castellana, donde se puede disfrutar la vida nocturna de la ciudad.

Andes Venezolanos.
Conformado por los estados Mérida, Táchira y Trujillo. Sus picos inician la Cordillera de Los Andes, la cual termina entre Chile y Argentina. El más alto es el Pico Bolívar, que a su vez forma parte del Parque Nacional Sierra Nevada, ubicado en el estado Mérida.
A todo lo largo de la región andina se puede encontrar hermosos pueblos con sus montanas bañadas por frailejones (flor regional), habitados por amables personas de cachetes rojos quemados por el frío y de peculiar hablar. A su vez podrá deleitarse con la comida típica de la región como pizca, arepas de trigo, queso ahumado, besitos fríos y calentao.

Región Costera
Venezuela limita al Norte con el Mar Caribe, lo que le otorga el privilegio de contar con aproximadamente 3000 Km. de playas de arenas blancas y aguas cristalinas. Las más famosas se encuentran en el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, con más de 200 isletas, ideal para el submarinismo y el snorkle. Parque Nacional Morrocoy, en el estado Falcón; Parque Nacional Mochima, en el estado Anzoátegui; Choroní y la Bahía de Cata en el estado Aragua, Playa Medina, San Juan de las Galdonas y Playa Pui Pui en la Peninsula de Paria del estado Sucre. La Isla de Margarita, famosa por la gran afluencia de turistas y sus hermosas playas como son Playa el Agua y Playa el Yake, esta última ideal para el Windsurf.

Región de Guayana.
Región de impresionante belleza natural, constituida por los estados Bolívar y Amazonas. Canaima y la Gran Sabana son los lugares más visitados del lugar, ambos ubicados en el estado Bolívar. En Canaima se encuentran una gran variedad de caídas de agua, entre ellas el famoso Salto Ángel. La Gran Sabana constituye parte importante del Macizo Guayanés con su conocido Auyantepuy. A lo largo de esta región se puede apreciar el mágico encanto de la selva amazónica.

Llanos Venezolanos.
Conformados por los estados Barinas, Guarico, Apure. Tierra de folklore, joropo, chaguaramos y amaneceres llaneros. Se pueden apreciar inmensas planicies, fértiles para la agricultura y la cría de ganado.

Región Occidental
Constituida por los estados Yaracuy, Lara, Falcón, Zulia y Cojedes. En esta región se destaca la ciudad de Coro, capital del estado Falcón, cuyo casco Histórico Colonial fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco. El itsmo de Coro, que separa la capital del estado de la ciudad de Punto Fijo, se encuentran los impresionantes Médanos de Coro.
En el estado Zulia se puede disfrutar de la Goajira, con sus costumbres típicas y vistosos tejidos. Es el estado más caluroso del país e importante a nivel económico por su gran desarrollo petrolero.
En Lara se recomienda el pueblo de Cubiro.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Tragedia de vargas

La Tragedia de Vargas, denominada también como el Desastre de Vargas o los Deslaves de Vargas, es como se le conoce al conjunto de deslaves, corrimientos de tierras e inundaciones ocurridas en las costas caribeñas de Venezuela en diciembre de 1999 y especialmente trágica en el estado Vargas, en donde recibe la denominación, pero que afecta a otras regiones del país. Éste es considerado el peor desastre natural ocurrido en Venezuela durante el siglo XX. Las cifras de fallecidos aunque sin carácter oficial se calculan en miles (van de 10.000 hasta 50.000 muertos dependiendo de la fuente), mientras que los damnificados tampoco confirmadas oficialmente se cuentan en decenas de miles.
Las zonas más afectadas por el desastre natural del 16 y 17 de diciembre son las costas de los estados Vargas, Miranda y Falcón. Miles de personas fueron desplazadas y pueblos enteros quedaron devastados, entre la infraestructura perdida por el desastre se cuentan univesidades, grandes hoteles, clubes, importantes comunidades, vialidad, entre otros.

martes, 2 de diciembre de 2008

Enigmas y misterios

El Manuscrito Voynich: Un Manuscrito Indescifrado
ace siglos que los eruditos tratan de descifrar los secretos de un antiguo libro, conocido como «manuscrito Voynich». Según creyeron algunos de los que lo han estudiado, anticipa muchos de los descubrimientos de la ciencia moderna.


Dos páginas de lo que ha sido descrito como «el manuscrito más misterioso del mundo». Desde 1912, año en que fue adquirido por el especialista en libros antiguos Wilfred M. Voynich , los expertos han utilizado, sin éxito, los métodos de la criptología moderna para tratar de revelar sus secretos.
A finales de 1912 un vendedor de libros antiguos de Nueva York llamado Wilfred M. Voynich volvió a su ciudad natal de una visita a Europa con un pequeño manuscrito, cuidadosamente empaquetado. Tenía gruesas tapas de pergamino, separadas, debido al uso, de las 204 hojas de pergamino delgado de que constaba el manuscrito; Voynich calculaba que, originalmente, tenía 28 páginas más, que se habían perdido. Su formato era de cuarto grande, ya que medía unos 15 por 22 cm y el texto, escrito en caracteres apretados y con tinta negra, iba ilustrado con más de 400 pequeños dibujos en rojo sangre, azul, amarillo, marrón y verde brillante.
Las ilustraciones mostraban curiosos arabescos y tubos que parecían intestinos, figuras femeninas desnudas, estrellas y constelaciones y cientos de plantas de extraño aspecto. El pergamino, la caligrafía y la historia conocida del manuscrito indicaban a Voynich que era de origen medieval, y la abundancia de especímenes vegetales sugería que podía tratarse de un herbario, un libro de texto mitad científico, mitad mágico, que describía las cualidades místicas y médicas de las plantas y su preparación. Pero esto era una simple conjetura, ya que estaba escrito en un lenguaje que Voynich no pudo identificar; aunque el texto podía ser descompuesto en «palabras», cuyas letras eran familiares a medias, no tenían sentido. Voynich sólo pudo suponer que estaban escritas en un idioma poco conocido, en un dialecto o en un código.

¿Magia negra?

Una de las intrincadas y extraordinariamente confusas páginas del manuscrito Voynich. La abundancia de dibujos vegetales sugiere que podría tratarse de un herbario, pero muchos de los especímenes de plantas y arbustos resultaron ser inventados.
Aunque Voynich no era criptólogo, tenía, indirectamente, algunas nociones de simbología. Su suegro había sido el profesor George Boole, el matemático inglés que fue uno de los primeros en usar símbolos matemáticos para expresar procesos lógicos: fue elegido miembro de la Royal Society por sus trabajos sobre la moderna lógica simbólica. Voynich también sabía que existían convincentes pruebas circunstanciales que sugerían que el autor de la extraña obra por él adquirida era Roger Bacon, monje franciscano del siglo XIII que había combinado sus estudios de filosofía, matemáticas y física experimental con la alquimia. Quizá Bacon había logrado inventar, 600 años antes que Boole, un sistema de lógica simbólica, o quizá simplemente había elaborado un código para camuflar sus investigaciones en torno a la piedra filosofal y el elixir de la vida, eludiendo así la acusación de practicar la magia negra, acusación que en la Edad Media solía tener fatales consecuencias.
Mientras daba vueltas a todas esas posibilidades, Voynich se dirigió al mundo académico buscando una solución; hizo hacer docenas de copias del documento y se las envió a todos los especialistas que pudieran colaborar con él. Con cada copia, envió un resumen de lo que él sabía del manuscrito.
Lo había comprado, pagando una cantidad no revelada, a principios de 1912, tras haberlo hallado en la biblioteca del Colegio Mondragone de los jesuitas, en Frascati (Italia). Antes de llegar allí, el manuscrito había permanecido custodiado durante 250 años en el Collegium Romanum de los jesuitas; había sido depositado allí por un célebre erudito y criptólogo jesuita del siglo XVII, llamado Athanasius Kircher, quien había intentado, sin éxito, descifrarlo.
Según una carta fechada el 19 de agosto de 1666, Kircher había recibido el libro de manos de su antiguo alumno Joannes Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga; el libro había formado parte de la biblioteca del Sacro Emperador Romano Rodolfo II, hasta su muerte en 1612. A todos los efectos, Rodolfo había cedido el gobierno de sus reinos de Hungría, Austria, Bohemia y Moravia a los jesuitas, prefiriendo dedicar su tiempo a patrocinar las ciencias y pseudociencias. Las que más le interesaban eran la botánica y la astronomía; creó un complejo jardín botánico y construyó un observatorio en Benatky, cerca de Praga, para el astrónomo danés exiliado Tycho Brahe. (El que era por entonces su ayudante, Johannes Kepler, bautizaría después sus Tablas rudolfinas en honor a su antiguo protector.)

Esta ilustración, que parece representar a un grupo de mujeres bañándose en tinta verde, es típica de los misteriosos dibujos del manuscrito. También podemos observar un ejemplo de la caligrafía del manuscrito.
Pero los intereses más personales de Rodolfo se orientaban hacia la alquimia, y empleó mucho tiempo y mucho dinero en la instalación de un laboratorio alquímico al que invitó a alquimistas de toda Europa. Uno de ellos, Johannes de Tepenecz, firmó su nombre en un margen del manuscrito Voynich, según se descubrió posteriormente. Otro alquimista más famoso era el inglés John Dee, quien entre 1584 y 1588 vivió en la corte de Rodolfo como agente secreto de la reina Isabel I. Es posible que fuera Dee quien trasladara el manuscrito a Praga.
Dee, que había sobrevivido al encarcelamiento en tiempos de la reina María Tudor, en 1555, acusado de brujería, se transformó en favorito de su media hermana Isabel. Los experimentos necrománticos que realizó con su ayudante Edward Kelley suenan a superchería, pero poseía un profundo conocimiento de la teoría y de la práctica alquímicas, así como de astrología, astronomía, matemáticas, geografía y navegación celeste (una de sus obsesiones era hallar el pasaje noroeste hacia la India); pero sobre todo era un espía de capa y espada. Intentó la creación de claves secretas y estudió las que ya existían, en beneficio de su jefe, lord Burghley.
Dee también admiraba mucho los trabajos de Roger Bacon, y coleccionó muchos de sus manuscritos. Tenía numerosos puntos en común con el monje franciscano; ambos se interesaban, por ejemplo, por las escrituras secretas. En cualquier caso, parece que fue el doctor Dee quien regaló a Rodolfo II el manuscrito de Voynich, diciéndole que era obra de Bacon. Sir Thomas Browne afirmaba que Arthur Dee, hijo del doctor Dee, le había hablado de un «libro que sólo contenía jeroglíficos, en cuyo libro su padre había ocupado mucho tiempo, pero no me dijo que lo hubiera descifrado».
Éstos son, entonces, los antecedentes del problema que Voynich planteó al mundo académico en 1912, problema que provocaría angustia en muchos círculos intelectuales de Europa y América, ya que, aunque los grupos de letras y «palabras» que allí aparecían daban la impresión de ser tan sencillos «como el nombre de un viejo amigo cuando lo tienes en la punta de la lengua» –como dijo un escritor– en realidad no lo eran.


PERSONAJES RELACIONADOS CON EL MANUSCRITO VOYNICH




Wilfred M. Voynich especialista en libros antiguos, adquirió en 1912 este manuscrito, donde los expertos han utilizado, sin éxito, los métodos de la criptología moderna para tratar de revelar sus secretos.
Roger Bacon (1214-1294), monje franciscano y alquimista, de quien se ha dicho que es el autor del manuscrito Voynich. Quizás había logrado inventar, un código para camuflar sus investigaciones en torno a la piedra filosofal y el elixir de la vida.
George Boole, matemático del siglo XIX , inventó un sistema de lógica simbólica que, según algunos expertos, podría ser similar al empleado en el manuscrito Voynich
Rodolfo II de Habsburgo fue el propietario del manuscrito hasta que murió en 1612. Posteriormente pasaría a manos de un ex rector de la Universidad de Praga, y este a su vez se lo entregaría a Athanasius Kircher.
Athanasius Kircher, un conocido estudioso jesuita, había intentado sin éxito descifrar los secretos del misterioso manuscrito Voynich durante el siglo XVII.
Edward Kelley, ocultista y alquimista fue el ayudante que realizó experiencias necrománticas junto con John Dee, quien tiempo más tarde se haría con la posesión del famoso manuscrito.
John Dee (1527-1608), matemático y astrólogo pasó cuatro años en la corte de Rodolfo II como agente secreto de Isabel I de Inglaterra. Dado su interés por lo oculto y lo misterioso, parece posible que fuera Dee quien llevara el manuscrito a la corte de Rodolfo.
El profesor William Romaine Newbold, especialista en filosofía e historia medieval, que en 1921 anunció que había logrado descifrar el código del manuscrito Voynich tras largos años de investigaciones





Los filólogos buscaron en vano trazas de un lenguaje conocido y después utilizaron todos los métodos que suelen emplearse para leer idiomas perdidos; en vano. Varios criptoanalistas –incluido un especialista de la Biblioteca Nacional de París que había trabajado con códigos alquímicos del siglo XV– lucharon y se rindieron. En 1917, el manuscrito llegó a atraer la atención de la sección de criptología de la División de Inteligencia Militar de los Estados Unidos, el MI-8.
El MI-8 estaba encabezado por un joven y brillante director, Herbert Osborne Yardley –quien se transformaría después en una leyenda en el mundo de los descifradores de códigos–, y por su brazo derecho, igualmente brillante, el capitán John M. Manly, doctor en filosofía, que antes de la guerra había sido director del departamento de Inglés en la Universidad de Chicago. En 1917 Manly trabajaba en el llamado criptograma Witzke, un código de 424 letras que descifró en tres días, revelando la identidad de Lothar Witzke, agente secreto alemán que operaba desde México. Pero después de trabajar mucho con el manuscrito de Voynich él también se dio por vencido –al igual que su jefe, Yardley–, y dijo que el texto era «el manuscrito más misterioso del mundo».

la moda del maquillaje

Mitos del maquillaje: Labios, ojos, uñas, toda la verdad



Escrito por feminaactual.com
lunes, 01 de diciembre de 2008
No importa la temporada ni la cantidad de ropa que tengamos: ¿Qué me pongo? es la eterna pregunta que se hacen las mujeres frente al guardarropas y a la que deberíamos agregar: ¿Cómo me maquillo? Porque el maquillaje es más que un detalle de último momento: viste y da estilo, si se conocen y se aplican las claves adecuadas, olvidándose de viejos mitos y jugando con el color.
Los labiosSólo me quedan bien los marrones: Limitarse siempre a la misma paleta es como usar todos los días el mismo vestido. Se pueden probar los fucsiaas y rosas que llegan con fuerza primaveral.Los tonos fuertes son para las bocas pequeñas: Falso. Los colores intensos brindan un toque de sensualidad y frescura (también a las mujeres de bocas más pulposas).Delinear los labios es una antigüedad: Falso. El delineador bien hecho enmarca los labios. Conviene delinear los labios con un lápiz del mismo tono del labial, o con un pincel, usando el mismo labial. Los ojosLas sombras ya no se usan: Falso. Están de última moda. Para el día, elegir tonos neutros, como marrones o grises, y para la noche los más audaces.Las sombras con brillo son sólo para las más jóvenes: Falso. Se puede probar con una pequeña cantidad bajo la línea de las cejas y se obtiene una mirada más amplia.Los oscuros son para las morenas, y los claros para las rubias: Falso. Los tonos que se eligen tienen que ver con la ocasión, la ropa y el estado de ánimo, y no con el color del pelo. Las uñasEl color es sólo para los labios: Falso. En esta temporada, la gama de los rosas, pálidos o fuertes, y también los rojos aportan un toque de glamour a las manos.Para las uñas cortas, los tonos claros; y para las largas, los oscuros: Falso. El largo no importa a la hora de elegir un color. Hay que animarse a usar el color que más guste y haga sentir bien. ¡Todo vale!